Compromiso con mis sueños
Como cualquier ser humano, tengo virtudes y defectos, luces y sombras. Pero creo que un aspecto de mi personalidad que juega perfectamente bien los dos
MI NOMBRE ES
Elikarla Cones
PERO TAMBIÉN SOY…
EliCones / Elikarla Ramona / Mani / Elikarlita / Compa / Corococo / Enana / Negra / Shell
EN FIN…
Puedo ser muchas personas, con una sola identidad.
Acá la muestro sin reservas
Mi nombre es Elikarla Sofía Cones Tarazona. Si, “Elikarla” es un nombre raro: mi mamá Elizabeth Tarazona, y mi papá Carlos Cones, decidieron unirse en más de una forma y he ahí mi nombre.
Como me gusta verle lo bueno a todo, ese nombre raro me ha enseñado todos los trámites habidos y por haber asociados a la corrección del nombre: ¡Raramente lo escriben bien!
En fin, aunque le tengo muchísimo cariño a mi nombre, honro la intención de mis padres presentándome como elicones, la fusión del “eli” de mi madre y el “cones” de mi padre.
Nací en Caracas – Venezuela el 3 de junio de 1987, en el Hospital Universitario de la Universidad Central de Venezuela. Quizás de ahí proviene que me encante lo académico y mi verbo favorito sea “aprender”.
Mi infancia transcurrió arropada entre El Cerro El Avila – una montaña que envuelve a Caracas – y los llanos orientales de Venezuela, de donde era mi papá orgullosamente, de un pueblo llamado Cantaura. Eso me permitió disfrutar de un estilo de vida super citadino, y el calor del trato estrecho de los pueblos, aportándole a mi personalidad extrovertida, curiosa y a la vez simple.
Estudié en colegios católicos, pero la verdad es que mi Fe ardió con una llama enorme muchísimos años después, cuando conocí a la Fundación Las Manos que Ayudan a Jesús.
Siempre he sido una nerd en su máxima expresión, galla como decimos los venezolanos o ñoña como se dice en colombiano: fui el promedio más alto de mis estudios de secundaria, y gracias a eso tuve mi primera oportunidad de pararme en tarima a dar un discurso. La verdad no me acuerdo ni qué dije, pero lo cierto es que me quedó gustando la sensación de transmitir mensajes a una audiencia.
Estudié ingeniería eléctrica en la Universidad Simón Bolívar de Sartenejas, reconocida como la mejor universidad de ingeniería en Venezuela, y la verdad es que mi intención inicial era estudiar electrónica, cuando mi sueño de niña era ser arquitecto.
¿Y por qué estudié electricidad? Fácil: porque en el proceso de ingreso a la universidad mi posición no dio para obtener el cupo en electrónica, y electricidad era la segunda opción y quede en ese cupo.
¿Y por qué no apliqué para arquitectura? La verdad lo hice como tercera opción, pero la idea me desilusionaba un poco porque desde los 10 años tengo mente mercantilista, y según mi papá “los arquitectos no ganan bien”. Pienso muy distinto de eso ahora: el dinero es la consecuencia de hacer bien lo que te apasiona.
Aparte me encantaba la idea de estudiar ingeniería eléctrica en la USB, porque es reconocida como la carrera más difícil de la universidad. Y si algo es fácil no es para mi: soy súper competitiva, y mi mejor competencia es contra mi misma, así que típicamente tomo decisiones sin considerar si algo es fácil o difícil. Es más, si es difícil, mejor.
Los años de la universidad fueron geniales, estudié sin descanso, pero también viví al máximo. Al punto que, en el año 2008, aprobé la aplicación al programa de intercambio de la universidad, y pasé más de un año viviendo y estudiando en Paris – Francia.
Estudié parte de un programa de postgrado en “Ingeniería de Energías y Ambiente” y aunque poco tenía que ver con mi formación de pregrado como ingeniero electricista de potencia, tomé muchas materias que me complementan como profesional, como fueron materias de motores de combustión interna y combustibles fósiles: gracias a esto manejo a profundidad el tema de plantas eléctricas.
Volví a Caracas para recibir el título de ingeniero electricista, no sin antes torturarme con un trabajo de grado sobre “Estabilidad Transitoria en Sistemas con Generación Eólica”, del que hoy sólo aplico las técnicas de manejo de la frustración.
Entré en el mundo laboral gracias al apoyo incondicional de mi primo Luis Cones, quien siempre ha estado en mi vida para abrirme los ojos y el sendero, y comencé a trabajar en una empresa de “Sistemas de Energía de Carga Crítica” llamada Electric Force Solutions, conocida como EFS por sus siglas, como asesor comercial.
En ese tiempo de mi vida aprendí a paso acelerado, primero a diseñar soluciones de ingeniería y luego a venderlas.
Pero lo más curioso es que mi cuenta principal fue una clínica, que junto con el contacto estrecho con equipos de imágenes diagnósticas Siemens gracias a mi primo, encendió la chispa de mi pasión ardiente por el sector hospitalario.
Poco tiempo después, un proyecto de instalación de rayos x le dió la vida a mi propósito de vida: EnergyMed.
EnergyMed fusiona todo lo que hace que mi corazón cante de alegría: mi rigurosa formación profesional, el amor al prójimo reflejado en los pacientes, el reto que propone un sistema tan complejo como el hospitalario y la oportunidad de ofrecer una solución técnico comercial que realmente ayude a proteger y salvar vidas.
Desde hace 10 años le dedico la mayoría de mis pensamientos, e incluso mis sueños, a EnergyMed: poner la ingeniería al servicio de mejorar y garantizar la vida humana, es una razón de ser empresarial que se desdibuja con mi propósito personal.
Dentro de ese marco, ya no soy solo ingeniero, si no que también aprovecho cuanto escenario me da la oportunidad de mostrar mi visión de cómo las instalaciones eléctricas deben soportar el proceso de sanación del paciente, primero como conferencista internacional, luego como líder de la Academia EnergyMed, y recientemente con el podcast Energía que cura.
Esta historia esta a medio escribir, pero si llegaste hasta aquí: ¡Felicidades! Sobreviviste a mi capacidad de hablar mucho.
Si algo de lo que te cuento de mi vida, en especial de EnergyMed, resuena contigo, sigue conectado, y acompáñame a sumar Energía que cura.
Desde que decidí emprender el camino de EnergyMed pasé por un montón de procesos.
Casi todos vinculados a quien soy, qué quiero, porqué y cómo.
Mientras descubría el mundo en mis primeros años como adulto, sólo disponía de la visión heredada de mis padres de cómo deberían ser las cosas.
De alguna forma todos tenemos miedos y sueños heredados.
En los primeros 9 años de EnergyMed, mis miedos estaban ligados a la mirada de menosprecio, o cuestionamiento, de mis capacidades como profesional vinculado a condiciones del entorno.
Soy mujer en un mundo de hombres, latina, joven e inmigrante. Todo aparentemente en mi contra.
Y ahí me mostraba yo: poniéndome edad con blazers, seleccionados para dar un look and feel masculino en ocasiones; escondiendo mi cabello crespo detrás de un cabello lacio forzado para no destacar; y aún más radical, poniéndome un cargo secundario en mi propia empresa.
No puedo decir hoy en día que la estrategia funcionó o no, porque aquí estoy, pero sin duda fue un lugar aparentemente seguro.
Ese lugar me permitió lidiar con un proceso introspectivo de análisis de mi identidad.
Hasta que un día, descubrí que esa apariencia era una fachada.
Ya la gente sabía quién y cómo era, las apariencias estaban de más.
Me liberé de mis miedos heredados, hablo siempre desde el corazón, me muestro vulnerable, sueño sin susto al qué dirán y me aventuro por mi visión de futuro sin darle demasiadas vueltas.
Agradezco haberlo hecho, porque para el momento que mejor me sentía, todo esto me sirvió para ver a los ojos a mi peor miedo y atravesarlo.
Ese miedo era una vida sin mi papá.
En la vida se puede nacer más de una vez.
Dios y la vida me han regalado la agudeza sensorial para reconocer con antelación los momentos que cambiarán el curso de mi historia.
Pero nada, absolutamente nada, me preparó para la muerte de mi papá.
En tan solo dos meses, sin nada por poder hacer, mi papá murió de cancer en junio de 2022.
Mi papá era el centro de mi universo: mi hogar, mi inspiración, mi fuerza, mi motivación, mi amor más grande, mi porqué y muchas veces mi cómo.
En fin, mi papá era todo para mi.
Y así, sin más, la vida me muestra que una vez ese todo se desvanece, no hay otra opción que volver a empezar.
El dolor, el vacío, y estar totalmente desorientada en su ausencia me obligó a salir a reencontrarme conmigo misma.
Lo cuestioné absolutamente todo.
Pero encontré respuestas: ahora se realmente quien soy.
Y aquí estoy, mostrándoles esta historia que se escribe día a día.
Invitándolos a ser ustedes mismos, a ser felices, auténticos, apasionados, a arriesgarse, a amar, a disfrutar las victorias y aprender de las derrotas.
Esta historia apenas comienza…
La complejidad profesional de los hospitales hace que todos los profesionales involucrados hablemos idiomas diferentes.
Eso representa enormes complicaciones en el diseño, construcción, gestión y mantenimiento de la infraestructura hospitalaria.
Con la Academia EnergyMed me propuse flexibilizar esas barreras.
Comprende los riesgos a los que se expone el paciente, así como las medidas necesarias para su protección en caso de emergencia o del uso cotidiano de equipos médicos.
Aprenderás sobre requisitos eléctricos de los equipos médicos, identificación de escenarios eléctricos hostiles y su prevención para garantizar plena operatividad y vida útil de los mismos.
Aprenderás sobre los principios de funcionamiento de las instalaciones eléctricas hospitalarias, facilitando su administración y mantenimiento al identificar y mitigar riesgos de origen eléctrico para las personas e infraestructuras.
Clarificamos conceptos, conociendo el funcionamiento general y detallado de los equipos que componen el Sistema de Energía de Emergencia y su rol dentro de las instalaciones eléctricas hospitalarias.
En EnergyMed estamos convencidos que la ingeniería tiene que estar al servicio de mejorar y garantizar la vida humana.
Siéndole fieles a esta creencia, no sólo nos esforzamos por ser muy buenos en el ejercicio de nuestro rol en el cuidado de la vida y el restablecimiento de la salud de nuestros pacientes desde la ingeniería eléctrica, sino también tener la capacidad de informar a demás profesionales, aún en otros campos de acción, de los beneficios y riesgos a los cuales se expone el sistema de atención hospitalaria en materia eléctrica, a través de nuestros cursos relacionados al mantenimiento de las instalaciones eléctricas hospitalarias, seguridad eléctrica del paciente y equipos médicos.
El conocimiento te hace responsable. Es por eso que es una meta y un placer para mi compartir con la comunidad internacional de infraestructura hospitalaria mi visión, conocimiento y experiencia para sumar desde las instalaciones eléctricas hospitalarias toda mi energía que cura para la atención de los pacientes.
Estas son algunas de mis conferencias:
Como cualquier ser humano, tengo virtudes y defectos, luces y sombras. Pero creo que un aspecto de mi personalidad que juega perfectamente bien los dos
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Sueño con un mundo donde podamos ser prósperos mientras hacemos lo que nos hace felices.